Promover el desarrollo integral de la persona.
Que el alumno y alumna se descubran como seres valiosos, creados a imagen de Dios para ser felices, con las capacidades y habilidades necesarias para relacionarse de manera armónica con su entorno, especialmente con los demás.
Que adquieran hábitos de estudios y, gradualmente, los contenidos necesarios para responder a las necesidades de la sociedad.